DUPLEX presenta

My Mexican Bretzel, una nueva vida para el archivo familiar

Tenemos el placer de comunicaros que la directora Nuria Giménez Lorang estará con nosotros el próximo sábado 19 de diciembre a las 18:00 para presentar su filme My Mexican Bretzel. Las entradas ya están a la venta en nuestra web.

El filme es un excelente ejemplo de metraje encontrado, un subgénero del cine documental con el montaje en el centro, que trabaja con películas antiguas encontradas de manera fortuíta, como le ocurrió a la autora con las filmaciones personales de su abuelo. La forma tan creativa en la que la realizadora teje una historia con estas cintas le valió el premio Found Footage en el festival de Rotterdam, así como otros a nivel internacional, destacando los tres de Gijón (filme, dirección y guion).

La historia gira en torno al diario íntimo de una mujer de clase acomodada, ilustrado por las filmaciones caseras de su marido, un rico industrial, entre los años 40 y 60 del siglo pasado. La película es también un melodrama clásico a lo Douglas Sirk o Todd Haynes, con los sentimientos a flor de piel. Un viaje a través de la vieja Europa. Un ensueño romántico.

 

En palabras de la directora

"Esta película nace a raíz de una muerte. Me parece hermosa la idea de que la muerte, con toda la tristeza y el dolor que conlleva, también puede dar a luz a un nuevo proyecto, a una nueva vida.

Mi abuelo, Frank A. Lorang (India, 1913 – Suiza, 2010), tenía medio centenar de bobinas de 8mm y 16mm con imágenes increíbles que había filmado él en los años 40, 50 y 60 del siglo pasado. A pesar de tener buena relación con él, nunca mencionó la existencia de ese material. Todos esos kilos de celuloide en los que él había atrapado pedazos de vida, infinitas historias, y momentos fascinantes pasaron 40 años en la oscuridad de su sótano. (...)

A medida que fui descubriendo las maravillas que allí había, tenía cada vez más claro que iba a hacer algo con ellas. Intuía que en algún lugar de ese material se ocultaba una historia de varias capas, aunque desconocía qué forma final iban a adoptar. Pensé que el mejor modo de descubrirlo era dejarme llevar por las imágenes y disfrutar de la gran oportunidad que se me brindaba al poder trabajarlas con total libertad.

Como por arte de magia, dar una nueva vida al material que filmó mi abuelo, hizo que muchas otras cosas y personas extraordinarias cobrasen vida también. Y por ese regalo impagable, a él, a mi abuela y a mi madre les estoy eternamente agradecida".