DUPLEX Cinema acoge la presentación de El cuarto reino este martes 3 de diciembre a las 19:45. Nos visitará uno de sus directores, Adán Aliaga. El filme, que parte del cortometraje nominado al Goya y que consiguió financiación del festival de Sundance, se mete de lleno en un centro de reciclaje de plásticos de Brooklyn, donde retrata el día a día de varios de sus trabajadores. Lejos de tratarse de una cinta militantemente ecologista, se acerca a estas personas con dignidad y son sus condiciones de vida, sueños y anhelos los que centran la narrativa del largometraje. Así, construye una notable fábula sobre las desigualdades de la economía de mercado, acompañando a los más desfavorecidos.

El filme, dirigido por Adán Aliaga y Àlex Lora, nace de su encontro con la misioneira Ana Martínez de Luco, quien hace más de una década llegó a Nueva York tras su experiencia en Filipinas y organizó allí la iniciativa Sure We Can, un guiño al lema que llevó a Barack Obama a la presidencia del país y que juega con el verbo poder ('can'), palabra que también significa "lata". Con este ingenioso nombre pone en marcha un solar de reciclaje de plásticos para personas desfavorecidas. Éstas pueden llevar allí basura que recojan y obtener dinero por el servicio. El centro funciona también como generador de cohesión social y cultural, ayudando a muchos de sus habitantes a salir de situaciones de pobreza extrema o a dejar atrás problemas de alcoholismo y drogas. También organiza talleres de teatro u outras disciplinas artísticas o cuenta con un huerto urbano, entre otras iniciativas.
Los realizadores empezaron echando una mano a Ana con las redes sociales y con una campaña para adquirir ese suelo contra intereses inmobiliarios y, fascinados por el lugar, acabaron por rodar allí un filme que les llevaría tres años acabar, con distintas visitas al centro. De esta forma, quedan recogidas las vivencias de diversos trabajadores a los que el centro ayuda a dejar sus problemas atrás y a insertarse en la sociedad. La cinta es claramente ecologista, aunque el interés de los realizadores era acercarse a estas personas con humildad y sin alzar la voz con ningún manifiesto político. Aun así, acaba por dibujar con claridad las situaciones de desigualdad que un sistema de mercado hostil puede llegar a generar.
Tanto Lora como Aliaga cuentan con una amplia experiencia en documentales. Este último, muy vinculado a producciones gallegas, combina el cine de lo real con la ficción de forma natural desde hace años. Entre sus galardones, cuenta con el prestigioso premio Joris Ivens por La casa de mi abuela (2005) y el Pilar Miró por Estigmas (2009). Con El cuarto reino los directores han recibido reconocimientos en festivales como Alcances o Documenta Madrid.